Empecé a correr en 2013. De a poco, muy de a poco, pero con muchas ganas y con avances rápidos. El 2014 estaba corriendo mis primeros 21K, en gran medida gracias a que como no tenía hijos. Podía entrenar en el horario que quisiera…la maternidad cambió todo eso. No solo mi tiempo ahora es de otros, sino que además tengo que adaptarme y buscar  esos minutos libres para entrenar.

¿Suena a tragedia o no? Pues, aunque no lo crean, tener a mis dos preciosos hijos me hizo una mejor runner. Acá les cuento porque.

Ahora soy una mujer más organizada. No soy la mujer más organizada del mundo, pero estoy mejor que antes de tener hijos, sin duda. Al estar obligada a aprovechar bien mi tiempo tengo que programarme con anticipación, saber bien qué días voy al gimnasio, qué días voy a correr, qué distancia, dónde y hasta qué me voy a poner. Todo tiene que estar visto de antemano.

Soy más humilde. Tener hijos te hace, en cierta medida, partir de cero. Sí, el cuerpo tiene memoria, pero es difícil volver del posparto y que la ropa te quede apretada y los kilómetros te salgan lentos. Me di cuenta de lo que significa trabajar realmente por lograr un objetivo y aprendí a apreciar cada pequeño avance, por lento que sea, porque pucha que me costó.

Soy más fuerte. Yo no soy una activista del parto, de hecho, tengo toda la variedad: tuve un parto normal y una cesárea. Ambos son procedimientos impresionantes, que te rompen el cuerpo, te deforman y te obligan a rearmarte de a poco. Cualquier mujer que fue lo suficientemente fuerte como para pasar 40 semanas embarazadas y luego parir, puede entrenar. Estoy segura, porque en ambas situaciones necesitamos tener paciencia, preparación y mucha garra.

Tengo una motivación extra. No les voy a mentir. Hace varios años quería correr para ser más flaca. Hoy, si bien mantener un peso saludable me anima a moverme, mi principal motivación es mi salud. Quiero ser una mamá fuerte para mis hijos, quiero ser una mujer sana y, sobre todo, quiero ser un buen ejemplo. Que vean en mi la felicidad por hacer deporte.

¿Tienes hijos? ¿Cómo han afectado tu manera de ver el running?