¿Por qué empezaste a correr?
Empecé contagiada por mis hijos, ellos se iban con su papá a correr y yo me quedaba sola en casa. De a poco me propuse salir a trotar, cada vez me gustaba y me sentía mejor, hasta que participé en una corrida familiar (10k en calle) haciendo un buen tiempo para ser mi primera vez. Desde ahí nunca más deje las zapatillas.
¿Por qué elegiste el cerro y no las calles?
Desde que conocí y subí un cerro, no pare más. Me encantó, me esforcé mucho por hacerlo trotando y llegar a una cumbre fue lo máximo. Amo estar arriba del cerro.
¿Cómo describirías la sensación de correr?
Una sensación absoluta de libertad y alegría de disfrutar cada paso sintiendo el viento en tu cara, el crujir de las hojas y el olor a tierra mojada es indescriptible.
¿Qué te motiva a correr?
Estar bien conmigo misma, desconectarse del día a día, una sensación de regalo máximo.
¿Cómo es tu entrenamiento? ¿Lo complementas con algo?
Troto en un ‘cerrito’ cerca de mi casa (Maipú) tres veces a la semana, y hago entrenamiento funcional dos veces por semana y los fines de semana muchos kilómetros en cerro junto a los amigos.
¿Distancia favorita?
Los 21k.
¿Mejor carrera?
Mi primer ultramaratón Xtrail Puchuncaví (50k), y cruzar la meta junto a mi hijo Felipe, fue grandioso, maravilloso, una alegría absoluta.
¿Calzas, patas cortas o shorts?
Calzas cortas y short.
¿Corres con música?
Prefiero sin.
¿Correr am o pm?
Me gusta correr por la mañana y los entrenamientos funcionales en la tarde.
¿Trote conversado o personal para ordenar ideas?
Conversado.
¿Tu mejor consejo para alguien que está comenzando a correr?
Que siempre se disfrute y tener la perseverancia y constancia para conseguir tus propios objetivos.