4 razones para correr el Maratón de Sevilla
Si eres de las que amas viajar para correr, Sevilla es una parada obligatoria. Desde el minuto en que llegas a esta ciudad te conquista de principio a fin como lo comprobó Gabriela Carrillo, corredora chilena viviendo en España, que comparte con nosotras su experiencia completando los 42K por sus calles.
Como todo maratón los nervios te invaden unos días antes de la carrera y lo bueno es que Sevilla es una ciudad muy generosa al brindarte un sinfín de sitios para visitar logrando que bajes la ansiedad típica previa a la competencia. Vale la pena detenerse porque antes de los 42 km oficiales, seguro harás pre o post carrera los 42 y más km de caminata por sus barrios emblemáticos (Santa Cruz y Triana), monumentos impresionantes como la Catedral de Sevilla y la espectacular Plaza España por mencionar algunos porque sin duda hay mucho más.
La gastronomía también es algo importante cuando de correr se trata. Queremos celebrar con buenos platos luego de correr y Sevilla tiene una amplia variedad de tapas y bebestibles para degustar. Es casi imposible decidirse ya que tanto por la decoración como por la oferta gastronómica todos los restaurantes y bares son atractivos para visitar.
La organización es un punto a considerar y en Sevilla saben hacerlo bien. La ciudad se prepara con todo para el evento y ponen a disposición el día de la carrera transporte gratis para los corredores en buses y tren de ida y vuelta. Además de que el retiro de dorsales, guardarropía, hidratación entre otros, funcionan perfectamente.
El recorrido es algo digno de mencionar tanto por el cariño de la gente, el paisaje que te acompaña y la meta. Los andaluces tienen una forma muy singular de hablar y son muy graciosos. Desde el primer minuto te hacen sentir como en casa y simpatizas muy rápido con ellos. El entorno te sorprende y te anima todo el tiempo sobretodo a partir del km 35, cuando queda poca, la arquitectura de Sevilla te inspira y te hace olvidar el cansancio y la fatiga. Finalmente, como toda corredora se merece cruzas la meta en el interior del Estadio Olímpico donde, por unos minutos, te sientes toda una campeona.