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Lecciones de una mini runner

A todas nos costó comenzar a correr. No es fácil, pero se puede. La educadora diferencial Valentina Onetto compartió con Ladyrun la experiencia de sus primeros trotes y de lo que aprendió en el camino.

Lecciones de una mini runner

A todas nos costó comenzar a correr. No es fácil, pero se puede. La educadora diferencial Valentina Onetto compartió con Ladyrun la experiencia de sus primeros trotes y de lo que aprendió en el camino. 

Por Valentina Onetto

La incursión con el trote ha sido uno de mis grandes desafíos. Hace tres años hice el primer intento con una tenida retrosport: short de playa, polera con tiritas y la buena zapatilla blanca con betún- que estaba guardada con telarañas en el último cajón de mi pieza- dure 3 minutos aproximadamente. Desde ese momento decidí que sólo correría en caso de incendio o para que no se me pasara el Transantiago. Siempre he tratado de buscar ‘lo mio’ deportivamente hablando. He pasado por gimnasios (reales y caseros); gimnasia en el agua; yoga; pilates; aerobox; body combat… creo que lo único que me faltó fue el ajedrez. Mi objetivo siempre ha sido adelgazar (lo asumo y no a mucha honra). De igual forma seguí buscando y decidí luego de un largo tiempo que lo mío era bailar al ritmo de Daddy, Cangri, Tito el Bambino y sus amigotes. Hasta que ocurrió un ‘milagro de navidad’… el 24 de diciembre en la mañana volvieron a mi mente los enanos internos que repetían los consejos de mi hermana nutricionista: “cambie el picoteo por verduras; si va a comer galletas no coma papas fritas; trate de hacer deporte estas semanas de fiestas”. Coincidió con tenía que ir a ver a una amiga y no tenía auto… mi lucecita interior se encendió y decidí ir a su casatrotando. Esa fue mi primera lección: corre con un objetivo.

Volvieron a mi mente los enanos internos que repetían los consejos de mi hermana nutricionista: “cambie el picoteo por verduras; si va a comer galletas no coma papas fritas; trate de hacer deporte estas semanas de fiestas”

Fui a mi closet a buscar mi mejor pinta deportiva (al ser zumbera de corazón, tengo mi outfit de patas largas, sostenes deportivos y poleras viejas que están próximas a utilizarse como pijama). Ahí por primera vez que entendí la funcionalidad del bolsillo secreto en las patas, cosa que nunca consideré porque ahí no cabía mi barrita de cereal. Así que deposité en el nuevo bolsillo mis llaves, 5 lucas y lo que cabía de mi celular. Rápido aprendí mi segunda lección: ‘menos es más’. Mejor no llevar botellas de agua, polerones, llaveros con forma de minnie… si no empiezas una especie de hanzel y gretel dejando migajas por el camino. Llamé a mi hermana y le pedí la que fue mi tercera lección de mini runner: “parte lento, pero lento, lento… y no pares”, me dijo. Hice una segunda llamada a mi amiga, para contarle de mi travesía, a lo que me respondió que cualquier cosa la llamara y me recogería en el coche de su hijo (como verán las apuestas eran bajas). Empecé mi travesía y la recompensa máxima fue escuchar a la linda vocecita decir “one kilometre”… eso hizo que siguiera hasta lograr mi primer tiempo de mini runner: 4,4 kilómetros en 28 minutos. Definitivamente mis tres lecciones .hicieron que llegara bastante digna a la meta.

Rápido aprendí mi segunda lección: ‘menos es más’. Mejor no llevar botellas de agua, polerones, llaveros con forma de minnie

Y es así como parte mi humilde historia de trotadora amateur… ya con los días he aprendido más lecciones. Una de las cosas que me han pasado fue que me sentí como perrito nuevo. Cuando uno trabaja todo el día y no tiene mucho contacto con la naturaleza, es muy entretenido ir mirando y tener una instancia de sapear undercover…. Pareciera que uno solo corre, pero ¡no! Y a raíz de esto surge mi cuarta lección… cuando saludes a otro runner conocido sigue mirando para el frente, de lo contrario saludaras a los árboles también. El punto es que ya no tengo excusas como “estoy con asma, hay mucho smog, me duele la cabeza, o mañana parto”… He partido mi nuevo desafío, y lo más importante es que disfruto mucho más la carrera que la meta. Por esto que me declaro una mini runner (y eso sí que a mucha honra).

 

VALESELFIE

¡La selfie del primer día!

 

por

Josefina, periodista, corredora aficionada y editora de Ladyrun.

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